Ya no son segundos

Se esperó hasta el final, pero lo consiguió. El cuadro de Universidad Católica consiguió su undécimo título en la historia del fútbol chileno.

El equipo dirigido por Mario Salas, más conocido como el «comandante» fue el encargado de llevar al plantel de la franja a levantar la copa después de seis años.

Fueron tres escenarios, totalmente distintos. La máxima atención se acaparaba en el estadio El Teniente de Rancagua,  ya que el O’higgins de Cristián Arán llegaba como puntero con 26 puntos y a solo un triunfo de ser campeones en su estadio. Por otro lado, estaba la tensión de los hinchas cruzados en San Carlos de Apoquindo. También en Santiago, Colo Colo llegó al Monumental por el milagro frente a Santiago Wanderers.

El primer golpe de esta historia lo dió Audax Italiano en el minuto 14′ cuando Diego Vallejos abrió el marcador en San Carlos de Apoquindo y esfumaban las aspiraciones de los cruzados por dar la vuelta olimpíca. En el Monumental, Colo Colo quería dar la sorpresa, Martín Tonso a los 34′ desata la ilusión de los hinchas Albos. Con este resultado, Colo Colo y O’higgins irían a un partido de definición. En Rancagua, antes que se fuera el primer tiempo Renato González pone el grito de gol para los del Campanil. Primeros cuarenta y cinco minutos jugados en los tres escenarios y hasta ese momento Albos y Celestes irían a un duelo definitorio.

En El Teniente se dió primero el pitazo del segundo tiempo y a nueve minutos de éste Fernando Manríquez vió adelnatado al portero Carranza y la U de Conce ya ganaba por dos a cero. Minuto 70, David Llanos puso el empate para la Universidad  Católica, pero de todas formas no alcazaba para ser campeón. Dos minutos más tarde, gol en Rancagua, Braulio Leal ponía el descuento para O’higgins, a los rancagüinos tampoco le alcanzaba, todo se mantenía igual.

No hubo más acciones de goles en El Teniente de Rancagua, pero aún mantenía al atención en  San Carlos y en Macul. Minuto 86, José Pedo Fuenzalida con un fuerte cabezazo dentro del área desataba la euforía en la banca como en los hinchas Cruzados, con esto solo un gol de O’higgins podía llevarse las expectativas en la precordillera. 

Hasta los noventa minutos en San Carlos nada había cambiado. El partido en Rancagua aún no había finalizado, momentos intensos, los hinchas preguntaban si había terminado el partido de O’higgins o no, total ya no importaba nada. 

Se terminó en la Sexta Región. Los gritos, abrazos se adueñaron de la celebración.Era todo. Era  quitarse la mufa de varios torneos anteriores que no habían podido conseguir el Huémul de Plata, hasta que Cristián Álvarez en el Clausura 2015-2016 lo levantó. 

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